El término Fintech procede del inglés y es la unión de las primeras sílabas de las palabras Finance y Technology. Con este término se designan aquellas empresas de servicios financieros que utilizan las nuevas tecnologías para crear productos y servicios financieros innovadores dirigidos tanto a empresas como a particulares.
En clara competencia con los bancos tradicionales, entre la oferta de productos se incluyen préstamos dinerarios (entre particulares), pagos móviles, financiación colectiva (crowdfunding), o transferencias entre países o divisas –TransferWise, Kantox o WorldRemit-.
Ventajas del Fintech
El sector FinTech se creó hace ahora 20 años y está en pleno desarrollo. Su inmenso potencial viene propiciado por las ventajas que ofrece:
- Ahorro de tiempo: La relación directa entre empresa y consumidor permiten ahorrar mucho tiempo en el registro, concesión y entrega de los préstamos. Una respuesta que para los bancos tradicionales puede llevar varios días o semanas se mide aquí en horas.
- Beneficios económicos: Las empresas del sector FinTech ofrecen tarifas más ventajosas ya que reducen al mínimo e incluso a veces eliminan completamente las comisiones bancarias de gestión e intermediación que habitualmente cobran los bancos tradicionales. SlimPay, la alemana Number26T, Arboribus, especializada en la financiación de pequeñas y medianas empresas en España o Pumpkin, especializada en el libre intercambio de pequeñas cantidades entre particulares son algunos ejemplos.
- Una oferta cercana a las demandas del mercado: Desde la crisis financiera, los bancos tradicionales han endurecido las condiciones de concesión de préstamos a las Pymes, muy dependientes del crédito bancario. A través del uso de las nuevas tecnologías las Pymes tienen acceso a distintas fuentes de financiación adaptadas a sus necesidades (corto, medio o largo plazo).
El sector FinTech, sin embargo, no supone una antítesis a la banca tradicional ya que ni se dirige a la misma clientela ni cubre las mismas necesidades. Tampoco se trata del fin de los bancos tradicionales cuyas características son totalmente distintas (mayores fondos, cobertura geográfica, imagen de marca, etc.), aunque se ven cada vez más abocados a innovar e incluso colaborar con estas nuevas start-up bancarias, tal y como ya ha hecho IBM con la plataforma tecnológica Watson destinada a los bancos.
La apertura del sector FinTech en España
En 2015, Europa lideró el crecimiento del sector FinTech. Según un estudio realizado por Accenture, las inversiones mundiales en tecnología financiera se triplicaron en un año, pasando de 4,05 billones de dólares en 2013 a 12,2 billones de dólares en 2014. En España existen pocas barreras que obstaculicen la llegada de empresas extranjeras al sector lo que subraya la existencia de grandes oportunidades para la inversión. La reciente adquisición por parte de la francesa Lyra Network de la española Pure Machine es buena muestra de ello. Con un ritmo de crecimiento mundial del 201%, Reino Unido, Irlanda y Suecia representan más del 50% de las inversiones en Europa. Sin embargo y según un reciente estudio de la firma Captio, más del 46% de los profesionales financieros utilizan herramientas FinTech en sus compañías.
Existen grandes oportunidades para que España encuentre un hueco en este mercado: campos más dinámicos para innovaciones (Barcelona ocupa hoy en día el segundo puesto en número de start-ups francesas en el extranjero) o un patrimonio financiero en aumento hacen del país un mercado de futuro.
Además, el Brexit ha trastocado la organización europea del sector de las FinTech. Numerosas empresas emergentes instaladas en Londres, están buscando una nueva base europea, ya que con la salida del Reino Unido de Europa pierden el derecho de uso de sus licencias bancarias en otros países de la Unión Europea. Y Madrid se presenta como una excelente alternativa, desmarcándose incluso de Paris o Frankfurt según un reciente informe de JP Morgan. Al margen del clima y la calidad de vida, resaltan la gran disponibilidad de viviendas y oficinas y la diferencia en los precios de alquiler: 27€/m2 en Madrid frente a los 40€/m2 de Frankfurt o los 67€/m2 de Paris.
Gael Jeanson
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