El impacto negativo de la crisis económica generada por la pandemia del Covid-19 en las finanzas de negocios de todo el mundo a raíz de la disrupción de la actividad productiva y el empleo han derivado en una considerable falta de liquidez de las empresas. En España, la moratoria concursal recientemente prorrogada hasta el 31 de diciembre, ha pretendido evitar la destrucción del tejido empresarial. Pero en muchos casos la difícil situación amenaza con convertirse en un problema permanente de solvencia para las empresas y pone en riesgo su supervivencia, en especial para las Pymes de los sectores turístico, hotelero y del ocio y la cultura.
Recientemente el Gobierno de España comunicaba a la Comisión Europea los datos económicos relativos al año 2020 (*):
- Caída del PIB de 9,2%
- Tasa de paro del 19%
- Retracción del consumo en un 8,8%
- Reducción de las exportaciones en un 27,10%
- Estallido del déficit al 10,3%.
Por otro lado, el Banco de España advertía el pasado 11 de mayo que, si bien la recuperación de la economía española podría comenzar a partir de la segunda mitad de 2021, no se regresará a los niveles del PIB anteriores a la crisis hasta como mínimo 2023. Estos datos nos sitúan en una posición muy similar a la de la crisis de 2008.
En este contexto, muchas empresas en España han tenido grandes dificultades para cumplir de forma regular con sus obligaciones de pago. De ahí el elevado número de solicitudes de concurso de acreedores que, de forma previsible, irá creciendo gradualmente hasta el final de la moratoria concursal (actualmente fijada en el 31 de diciembre de 2021) y se dispare a partir de entonces.
Según estimaciones del Ministro de Justicia, en 2021 se espera un incremento de concursos del 619%. Otros estudios afirman que podríamos incluso superar la barrera de los 50.000 concursos.
El estudio sobre concursos y disoluciones realizado por Informa D&B señala que sólo en marzo de 2021 se registraron un total de 630 concursos de empresas (82% microempresas, 16% pequeñas empresas y 1,5% medianas empresas) y 2.572 disoluciones en España. Esto supone un aumento del 15% de los procedimientos concursales con respecto al mes anterior, y del 103% con respecto al mismo mes de 2020, la cifra más alta de concursos desde octubre de 2014.
A nivel geográfico, las comunidades de Cataluña, Madrid y Valencia, concentran aproximadamente el 60% del total de concursos registrados del primer trimestre de 2021.
En el periodo 2017 a 2019 los juzgados españoles ya se encontraban colapsados y eran incapaces de asumir la totalidad de los procedimientos concursales, a pesar de la creación de nuevos Juzgados Mercantiles. Con el elevado número de concursos ya declarados en 2021, resulta difícil imaginar que los Juzgados puedan afrontar la avalancha de concursos que se avecina, especialmente tras la finalización de la moratoria concursal.
Crecen también las disoluciones de empresas: según un estudio de Crédito y Caución, entre enero y abril de 2021, más de 10.000 negocios se han visto obligados a abandonar su actividad.
Como punto positivo, sin embargo, cabe mencionar que el número de constituciones de nuevas empresas está experimentando un importante incremento en la mayoría de las comunidades españolas. De igual forma, se ha multiplicado el número de ampliaciones de capital inscritas en los Registros Mercantiles. Motivos ambos que dejan entrever la apuesta de una parte del tejido empresarial por impulsar sus proyectos e iniciar nuevas actividades económicas.
(*) Fuente: Diario Expansión
Saphira Mouzayek
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